Cuando entramos en Ikea y recorremos sus interminables pasillos la consecuencia es inevitable: comprar una docena de cosas que no necesitábamos. Admitámoslo, todos lo hacemos. Ahora, deberías agregar una más a la lista, bien para renovar alguna que ya quedó obsoleta, bien por simple capricho: la lámpara Sinnerlig. Se trata de una lámpara de techo de bambú sorprendentemente versátil y que se está convirtiendo rápidamente en un culto favorito en todo el país. No sólo en España, el furor que ha provocado esta lámpara ha traspasado fronteras.
Restaurantes de Los Ángeles como Kitchen Mouse y Pine and Crane las han incorporado a sus locales, como lo han hecho también despachos de abogados, oficinas y centenares de viviendas.
Con una altura de 54 cm y un diámetro de 50 cm, tiene el tamaño justo para ser resultar muy llamativa y al estar realizada de bambú en color canela no domina la habitación y no compite con lo que hay en sus paredes. Cada pantalla hecha a mano es única y proporciona una iluminación suave y brillante que crea un ambiente cálido y acogedor en cualquier lugar donde se ubique.
La creadora de esta pantalla de rejilla de bambú es la diseñadora Ilse Crawford y a ella le damos la enhorabuena.
