Una de las tendencias que ha llegado para quedarse, independientemente del estilo, es la búsqueda del bienestar en el hogar.
Muchas personas han pasado a estar más tiempo en casa. Ya no es solo un lugar donde dormir si no que se ha convertido en una zona de descanso, ocio, deporte y hasta de trabajo. Así que si te estás preguntando cómo conseguir ese confort hogareño estás en el lugar correcto: formas orgánicas, tonos neutros y materiales naturales, son la base de un interiorismo cálido, el diseño orgánico.
¿Qué es el diseño orgánico?
La arquitectura orgánica surgió en Estados Unidos en los años 30 y su principal precursor fue Frank Lloyd Wright. Su objetivo era crear diseños en equilibrio con la naturaleza, buscaba la interconexión de los elementos constructivos en el entorno, o lo que es lo mismo, la integración de la arquitectura en el paisaje como un todo.
La obra más conocida de Frank Lloyd es la Casa de la Cascada, ubicada en Pensilvania y considerada desde 2019 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Se trata de una técnica con enfoque humanizador que busca el equilibrio entre la naturaleza y el hábitat humano.
La arquitectura orgánica y su integración en el paisaje
El diseño orgánico se basa en observar la naturaleza y su comportamiento para reflejarlo en la arquitectura, consiguiendo así construcciones en armonía que no desentonan y que son un continuo en el paisaje.
Una composición unificada, un todo.
«No se desafía a la naturaleza, la arquitectura orgánica es una proyección de ella»
Hoy en día existen variantes de esta técnica, pero todas ellas con la misma finalidad, ejemplos son la arquitectura sostenible y saludable, arquitectura bioclimática, ecológica, etc.
¿Pero cómo se consigue esta armonía? Las claves del diseño orgánico son las formas irregulares, los tonos neutros y los materiales naturales.
Formas orgánicas: curvas suaves y sinuosas
El concepto de forma orgánica hace referencia a las formas con contornos irregulares y simetría particular que abundan en la naturaleza (en las nubes, hojas de los árboles, flores, frutos, pelaje y cuerpo de animales, etc.).
No siguen ningún patrón matemático o geométrico. Por ello, en el diseño orgánico se utilizan formas más redondeadas y con líneas suaves, tanto en la construcción de la vivienda como en los elementos decorativos y en el interiorismo.
Materiales naturales, los que ya existen
Los materiales utilizados en el diseño orgánico son principalmente aquellos que ya existen en la naturaleza, sin haber sido producidos de forma industrial. Los más comunes son:
- Arcilla
- Piedra
- Madera
- Fibras vegetales
Por otra parte, el mobiliario utilizado debe destacar por su sencillez.
Tonos orgánicos: colores neutros para hogares vivos
En el diseño orgánico se utilizan en su mayoría colores que abundan en la naturaleza. Las tonalidades verdes transmiten paz y las solemos asociar a sentimientos como la libertad y la serenidad. Los colores crema y tonos tierra son los que aportan calidez y sensación de pertenencia al hogar. Y por último, los colores blancos transmiten armonía.
La combinación acertada de todos los elementos (colores, mobiliario, diseño, etc.) influirá en el confort del hogar. Además, el interiorismo orgánico busca conseguir la mayor cantidad de luz natural posible, por lo que el resultado son espacios abiertos y luminosos.
Ahora ya tienes las claves para decorar tu casa y crear interiores que transmitan tranquilidad y bienestar. Si quieres seguir inspirándote, puedes ver otras corrientes que utilizan el interiorismo orgánico como base, como por ejemplo el estilo zen, el interiorismo escandinavo y el estilo belga.